jueves, 20 de septiembre de 2012

Criando con amor y respeto

Uno  de los últimos libros que he estado leyendo es el “Bésame Mucho” del pediatra español Carlos González, y a quien hace unas semanas tuve la suerte y el placer de escuchar en persona.  Al tener este libro en las manos, una de las cosas que primero salta a la vista es el subtítulo: “Cómo criar a tus hijos con amor”.  Este subtitulo, para mí es bastante decidor en el ámbito de crianza,  pues a quién se le ocurre que uno no cría con amor? o bien quien no siente amor por sus hijos? Y aquí reflexiono que es tan lamentable al punto de desconexión con nosotros mismos al que hemos llegado, que es imperioso escribir y explicitar algo que nos debiera ser tan natural y obvio a nuestro sentido común: que los hijos se deben criar con amor. 

Dentro de las innumerables falacias que arrastramos culturalmente, está aquella que plantea que hoy en día los niños son unos verdaderos tiranos, cuyo único fin es manipularnos y fastidiarnos la vida.  De ahí que nacen millones de “manuales” para enseñarnos el adiestramiento de niños con métodos más o menos efectivos, pero que no tienen ningún indicio de sentimiento amoroso.  Por otro lado, también culturalmente nos instan a convencernos de que amar a nuestros hijos es llenarlos de artilugios plásticos y cuando son más grandes también se les trata de convencer de que el verdadero amor de sus padres es cuando les compran la mayor cantidad de juguetes.  Así, nos movemos entre estas dos visiones tan antagónicas como absurdas, las cuales en su profundidad incentivan únicamente el consumo.  Si logramos tener la claridad que ambas son visiones impuestas por una sociedad de mercado, creo que podemos salvarnos y salvar nuestra especie. 

Es necesario además concientizar los patrones de crianza que llevamos impresos en nuestra memoria cultural, es decir, la forma que nos criaron es la forma que aprendimos a criar.  Y probablemente tendamos a caminar por los mismos surcos que anduvieron nuestros padres, quienes a su vez arrastran otras memorias heredadas de crianzas antiguas. La forma que tengamos de entender a nuestros niños, va a ser la forma que tengamos de criarlos, y al enfocarnos en un hijo inmediatamente recordaremos al niño que fuimos.  Entonces, por qué no recordar también aquellos gestos amorosos que tuvieron nuestros padres que nos hicieron sentir bien para repetirlos, y aquellos que nos hicieron sentir mal pues para definitivamente desecharlos de nuestra crianza?

Entonces, teniendo claro que, muchas veces las visiones que tenemos hacia nuestros niños no involucran precisamente nuestros verdaderos sentimientos, podemos observarnos, sentirnos y conectar con aquellos sentimientos que emanan de nuestra alma cuando ponen al bebé en nuestros brazos al nacer. Esa sensación, que es indescriptible, poderosa y empoderante, es un sentimiento que nunca jamás nos abandonará.  Y es esa misma sensación la que debemos recordar cada vez que miremos los ojos de nuestros hijos, incluso en los momentos más tensos.  Esa sensación es el amor, esas emociones, experiencias y actitudes  de afecto, bondad, empatía y compasión son las que fundamentalmente deben guiar la crianza de nuestros hijos. Todo lo demás, aquello que nos viene de afuera, debe ser estudiado y filtrado, y lo que pueda ser rescatado debe ser integrado a aquella primera y primordial emoción. 

En el “Bésame mucho” se explicita de una forma muy didáctica que en el trato con los niños existen principios, una ética que debería estar sellada en el alma y el corazón de todos los que criamos y cuidamos niños, y que estos principios no son los que precisamente te da un manual de crianza o un consejo ‘bien intencionado’, aunque tenga métodos muy efectivos.   Y como dice Carlos González, ‘hay cosas que simplemente no se hacen’. Una crianza amorosa nos guía desde el instinto y desde los sentimientos,  porque es un hecho que queremos hijos felices.

Libros como estos son los que nos enfrentan a nosotros mismos, si queremos enfrentarnos claro. La crianza para mi es como un espejo, y se perfectamente bien que es bien difícil criar, o tener paciencia en ciertos momentos.  Sin embargo, cada vez que nos damos cuenta de que las formas que tenemos de tratar a nuestros hijos son las que hemos heredado culturalmente o bien las que nos han llegado ‘de por ahí’ o de un manual, es cada vez que tenemos el poder de modificarlas si sentimos que no es la forma más apropiada o la más respetuosa de tratar a nuestros hijos.   Cuando podamos entender, darnos cuenta de que lo que nosotros experimentamos cuando niños, es lo mismo que podemos hacer sentir a nuestros hijos, y cuando decidimos concientemente cambiar o intentar modificar una acción que derivó en un estado que no nos gustó sentir, es ahí cuando efectivamente podremos hacer una crianza amorosa y con conciencia.

La crianza con amor involucra, en mi opinión,  la empatía, el respeto hacia los procesos de nuestros hijos, la conciencia clara de que ellos y nosotros los padres estamos en un continuo aprendizaje.  Criar con amor y respeto significa entre otras cosas, atender primordialmente los afectos y las emociones de los niños y también, por supuesto, nuestros afectos, con cariño, tolerancia, comprensión y por sobre todo con conciencia.




Ilustración: Soledad Sebastian

4 comentarios:

  1. Ese libro me ayudó muchísimo, se lo regalo a todas mis amigas que van a ser mamás. Carlos González llegó a tiempo a mi vida (mi bebé tenía pocos meses) y me rescató de Estivill (familiares y amigos me lo aconsejaban).
    Gracias a sus consejos, sus libros y su manera de ver la crianza hoy soy una mami que sigue dando el pecho a su hija de año y media y practica el colecho con orgullo.

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    1. Es verdaderamente un libro muy recomendable! El mejor regalo a cualquier mujer que es mamá! Como leí por ahí Carlos Gonzalez es un santo en la tierra para los padres y niños. Me gusta mucho, no solo porque es muy divertido para escribir, si no también porque habla como padre!! Gracias por tu visita Mamafeliz! (que lindo nombre, expresa tu esencia!)

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  2. Respuestas
    1. Yanina puedes googliar el nombre del libro: "Besame Mucho" de Carlos Gonzalez y ver en qué página lo venden por internet. Besos!!

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