"La situación más terrible para
cualquier recién nacido es ser separado de su hábitat: [es decir] su
madre".
Nills Bergman.
"El modo
canguro de tener el bebé"
Imaginemos a un
bebé dentro del vientre materno, es decir tratemos de recordar cuando estuvimos
ahí. Es un lugar cálido, es un universo completo que nos acoge durante
nueve meses. Vamos creciendo y
desarrollando nuestro cuerpo, siempre abrazados por el útero de nuestra
madre. Sentimos lo que ella siente, y
las ondas de nuestro líquido amniótico siempre nos acogen, nos abrazan, nos
sostienen. Comenzamos nuestra vida así, metidos en un saquito cálido y
placentero tocando nosotros también a nuestra madre por medio del cordón
umbilical y todo lo que nos rodea, un inicio de la vida totalmente
amoroso. En ese contexto podemos
imaginar que todas las sensaciones que aprendemos son a través del tacto, el
primer sentido que vamos desarrollando, y esa comunicación en toda nuestra piel
ahí en ese saquito, es una caricia permanente.
El uso de
portabebés también permite mayor comodidad a la madre, que siente a su hijo
cerca y siempre protegido, y el contacto permanente con él hace que nos
sintamos más tranquilas, cercanas, y además podemos hacer otras labores.
Entonces,
llegado el momento, nacemos. Nuestro
saquito se rompe, y dejamos ir el agua que nos contiene. Salimos al mundo, sentimos en nuestro cuerpo
desnudo el aire, la suavidad de las manos de mamá que nos toca. Percibimos el latido de su corazón desde otro
puerto. Nos tocan y tocamos. Luego viene todas las nuevas sensaciones que
nuestro sistema sensorial comienza a detectar.
Se inicia nuestra vida, y en ese momento nuestra vida son los cinco
sentidos: olor, sabor, oído, visión y sobretodo tacto.
En la
actualidad, a la hora de sabernos embarazadas, lo primero que pensamos es en
comprar la cuna y el cochecito. La
verdad no tengo muy claro cual es el motivo de esta impulsividad por comprar
artefactos sucedáneos de mamá, me imagino que llevamos unos buenos años con
estos condicionamientos orientados hacia el plástico, y estos ya ni siquiera se
cuestionan. Lo cierto es que imaginamos
que el día del parto nos separaremos de nuestro hijo, y lo mantendremos en
estos artefactos y desde una distancia moderada, los contemplaremos. Y es que nadie nos ha enseñado a escuchar
nuestros sonidos internos, y nadie nos da la razón cuando las madres ponemos
cara de locas cuando nos dicen, ‘déjalo en la cuna y/o coche, se va malcriar’ y
nosotras lo único que queremos es tenerlo cerca y no separarnos nunca jamás del
bebé. Esa es la cuestión, estamos
diseñadas ancestralmente para estar todo el día pegadas a nuestra cría, pero el
medio te dice que no, que lo que hay que hacer es tener cochecito, sillitas
nido, y cunita. Sospechoso. Yo nunca me lo cuestioné, hasta que lo viví en
carne propia.
Cuando leí
acerca del método canguro encajaron para mí todas las piezas. Y para mi no fue tan difícil imaginarme a mi
bebé colgando de mi cuerpo todo el día, ya lo llevé por dentro nueve meses, y
ahora donde más podría estar que en mis brazos? Lo tuve así todo lo que pude, y
ese habría sido mi deseo permanente, pero llega un momento, que también te dan
ganas de lavar los platos por ejemplo.
Ahí recordé escenas que tantas veces ví cuando era chica, las madres
cargando a sus hijos en la espalda en una especie de sábana blanca. Las madres eran indígenas y trabajaban todo
el día. Jamás ví llorar o pasarlo mal a
un pequeño de aquellos. Entonces, por qué
yo no podría tenerlo así de pegado a mi, mientras yo hacía algunas labores en
el hogar o incluso salir a la calle y hacer otro tipo de actividades?
El método
canguro consiste en portar al bebé en una especie de saquito de tela que se
asemeje al útero materno, justamente como su nombre lo indica, es algo parecido
a como llevan sus crías los canguros.
Este portabebé de tela se concibe como una prolongación del útero
materno, como una bolsa intermedia entre la vida intra-uterina y la vida
autónoma. Además, permite estimular los
5 sentidos del pequeño: escucha la voz de su mamá cerca, su respiración, los
latidos de su corazón, siente su olor, los fulares o meitai colocados de cierta
forma permiten una fácil lactancia, y pueden alimentarse a demanda, y más que
nada están calientitos y siempre en contacto con mamá, lo que ayuda a que se
sienta seguro, confiado y contenido. Les
suena parecido al relato que imaginamos al principio de este artículo?

Ofrecer al bebé
el cobijo con un portabebé, ya sea un fular, meitai, bandolera (hay mucha
oferta hoy en día) no solo le provee a él las sensaciones de contención que
tuvo en su vida intrauterina y por lo tanto la seguridad que tuvo en los
inicios de su vida, sino también otorga a la madre la tranquilidad y la
proximidad que ella tanto como el bebé necesitan. El contacto, el calor, la intimidad y la
satisfacción continúan para ambos, y estas son necesidades fundamentales para
que los seres humanos nos desarrollemos como seres equilibrados en nuestra
piel, mente y espíritu. El arte de la piel expresa nuestra virtud, disposición
y habilidad para amarnos, así acurrucados el uno con el otro siguiendo el
continuum de la vida, adaptándonos lentamente a los cambios de nuestro
crecimiento. Hay algo más bello que el
respeto al proceso natural de crecimiento de los seres humanos? La belleza se
plasma para mí en tan solo sentir y concientizar el contacto pleno entre los
seres humanos y sus crías, y el uso de un portabebé es extremadamente importante
en este proceso y es un instrumento clave en la perfecta comunión de amor entre
la madre y su hijo.
Tomemos
conciencia.
(Nota / Consejo:
Hay mucha oferta hoy en día, es necesario verificar que el portabebé sea una
tela que envuelva completamente al bebé.
Los nombres que tienen hoy en día son fulares, meitai, bandoleras, etc. No
recomiendo esos portabebés parecidos a las mochilas en donde las piernas del
bebé cuelgan, como ya dije, es necesario
que el bebé esté contenido completamente.
Además es importante llevar al bebé mirando hacia el cuerpo del que lo
porta, jamás mirando hacia afuera porque esta posición los estresa mucho. Yo compre el mío a una bella mamá emprendedora aquí y también me gustaron muchos los productos de esta otra mamá emprendedora pincha aquí)
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